EDE Ingenieros crea un servicio específico para evitar las pérdidas “invisibles” que se generan en estas instalaciones.
Las instalaciones de Aire Comprimido son un “punto negro” en los consumos energéticos de las plantas industriales. Estas instalaciones de tipo auxiliar son indispensables en cualquier proceso productivo. Su consumo aproximado en una empresa de tipo medio puede estar entre el 7 y el 14% del total de la energía eléctrica.
Además de considerar el alto costo económico de la energía que consumen, los sistemas de AC pueden ocasionar importantes pérdidas económicas, que en la mayoría de los casos pasan desapercibidas para la empresa. Así se viene constatando en EDE Ingenieros desde hace 25 años después de haber realizado estudios de consumos energéticos y auditorías energéticas en más de 400 empresas de diversos sectores. En nuestras propuestas de medidas de ahorro, la optimización de la instalación de aire comprimido es un denominador común, con un protocolo de actuación muy sistemático.
Desde esta experiencia, EDE Ingenieros ha creado un servicio que tiene como objetivo el ahorro económico en el funcionamiento de las instalaciones de AC, analizándolas y mejorando su eficiencia energética. El resultado de llevar a cabo los distintos procedimientos propuestos en este servicio es recuperar las pérdidas energéticas y económicas que se ocasionan en la mayoría de instalaciones, teniendo en cuenta que un equipo compresor tiene un 89% de pérdidas por calor y que únicamente 1 agujero de 3 mm en la red de distribución puede ocasionar 2.205 € de pérdidas al año.
Nuestro servicio implica analizar y optimizar toda la instalación obteniendo un significativo ahorro energético y económico. Este servicio se compone de dos partes claramente diferenciadas, el equipo compresor y la red de distribución, que se abordan en sucesivas fases de análisis y control.
El análisis del equipo compresor del sistema conlleva un estudio de la generación del AC. Un equipo compresor tiene un rendimiento contrastado de aproximadamente un 11%, lo que significa que por cada kilovatio hora pagado a la empresa comercializadora se “tira a la basura” prácticamente el 90%. La revisión y análisis del equipo compresor permite establecer las correspondientes medidas de ahorro a aplicar para utilizar estas pérdidas en la mejora energética de otros procesos y/o instalaciones.
Además, existe un importante añadido a este coste económico: las fugas en el sistema de distribución. La red de reparto al proceso de producción y al punto de consumo tiene siempre fugas y es muy importante minimizar las existentes en la planta, ya que implican un consumo eléctrico adicional y, por tanto, un mayor coste económico anual. Hablamos de un coste muy relevante, ya que las fugas de AC son continuadas mientras estén los compresores encendidos. Suponiendo que los compresores están encendidos 24 h/día y 270 días/año, el consumo ligado a una sola fuga, calculado en base al diámetro del orificio, va desde 214 € al año si es de 1 mm hasta 23.565 € si es de 10mm. Y eso, en el caso de que únicamente existiese un único orificio.
EDE Ingenieros dispone de un equipo técnicamente avanzado, con un sistema que indica la gravedad de las fugas detectadas mediante leds de colores, en verde, amarillo y rojo. Con este equipo de detección y una adecuada gestión de las revisiones la eficiencia energética y los ahorros económicos se pueden llegar a evitar pérdidas constantes en el conjunto de consumos energéticos.
El servicio de ahorro energético en instalaciones de aire comprimido de EDE Ingenieros aúna la capacidad técnica de nuestro equipo, su larga experiencia en los campos industrial y energético y su especialización en este ámbito, que se concreta en 25 años realizando análisis de pérdidas en sistemas de aire comprimido y 5 años realizando controles de situación
A partir de la experiencia de EDE Ingenieros, se ha visto, tal y como se muestra en la siguiente figura, que el mantenimiento de la vigilancia va reduciendo cada año las detecciones de fugas y las consecuentes labores de mantenimiento, y que la interrupción de las revisiones ocasiona un nuevo incremento de las fugas detectadas y por lo tanto de las pérdidas energéticas y económicas asociadas.