Esta semana publicamos en el portal especializado Alimarket Energía un artículo sobre cómo ahorrar en la factura eléctrica titulado «Cómo paliar el incremento de precios de la energía eléctrica». En él, nuestro director, Mariano Sánchez, aporta a las empresas industriales información imprescindible sobre cómo funciona el mercado eléctrico, qué factores intervienen en el precio de la electricidad así como las principales claves para ahorrar en la factura eléctrica, haciendo frente a la reforma del mercado eléctrico y al continuo incremento de los precios de la energía. Lo reproducimos a continuación:
Cómo paliar el incremento de precios de la energía eléctrica
La reforma del mercado eléctrico incide de forma directa en la actividad de diferentes sectores productivos. Las medidas que el Ministerio de industria ha establecido en los últimos meses para la reducción del déficit tarifario pueden estar afectando de forma estructural a diferentes subsectores industriales que compiten en los mercados internacionales y que ya se veían afectados por la coyuntura económica. Por ello es de especial relevancia que las empresas dispongan de una información clara sobre las características del mercado eléctrico, así como de las diversas opciones para minimizar el impacto de la reforma actual.
Es interesante dar una pincelada sobre la evolución que ha sufrido el mercado eléctrico en los últimos años. Con la Ley 54/1997 del sector eléctrico, comienza el proceso de liberalización y apertura de mercados eléctricos en España. Hasta entonces, una misma empresa agrupaba todas las actividades del sector pero con la liberalización se crean básicamente tres actividades independientes: generación, transporte y distribución -con precios regulados en función de los costes de la actividad: peajes de acceso a redes o ATR- y comercialización.
Aunque el objetivo de la liberalización era el aumento de la competitividad y la reducción de precios, a partir de 2003 el precio de la energía eléctrica se ha ido incrementado notablemente, superando a finales de 2013 al precio medio de la UE en un 24%. En éste mismo periodo, el incremento del IPC ha sido del 24,6%, lo que ha supuesto un importante encarecimiento del precio de la energía eléctrica. Al mismo tiempo, se ha ido acumulando un gran déficit de tarifa, que a finales de 2013 se cifraba en 29.189 millones de Euros. Este déficit es una deuda que hay que pagar en el futuro, lo que implicará seguir encareciendo los precios de la energía eléctrica para los usuarios.
Posibilidades de actuación de la industria
En los nuevos horizontes del futuro energético, las claves para la reducción de la factura eléctrica van a estar en la reducción del precio de la energía mediante la optimización de las tarifas de acceso y la reducción del consumo energético, mediante el ahorro energético y la gestión de la energía.
El precio final de la electricidad está compuesto por distintas componentes: El precio de la energía, que lo marca la ley de la oferta y de la demanda y el precio regulado, que incluye peajes de acceso para cubrir el coste de las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica y cargos destinados a cubrir los costes del resto de las actividades del sistema.
Para rebajar del importe de la factura energética la industria cuenta con dos posibles alternativas: la reducción del precio y la reducción del consumo de energía.
Si hablamos de la reducción del precio de la energía, disponemos de dos caminos de actuación. Por un lado, reduciendo el precio de la energía mediante la contratación. La experiencia nos dice que si se continua recurriendo a los cauces habituales (comercializadora) el ahorro es limitado, la única posibilidad es la de los consumidores industriales con consumos importantes que recurran a contratos indexados o a mercados de derivados o futuros, con el acompañamiento de una consultora especializada en este tipo de mercados. Por otro lado, se puede buscar la optimización de la parte regulada de la tarifa, la de acceso a redes. Aunque en general, los consumidores importantes ya han optimizado este apartado, aquellos que todavía no han analizado sus facturas pueden obtener mejoras importantes.
El ahorro y la eficiencia energética pueden constituir un factor de competitividad estratégico para las empresas si se aborda de forma integral y acertada. En este ámbito hay un amplio campo de actuación:
- Realización de auditorías energéticas periódicas. En la actualidad está en borrador un futuro Decreto que transpone la Directiva Europea de eficiencia energética (DIRECTIVA 2012/27/UE de 25 de octubre de 2012) y por el cual se obligará a las grandes empresas a la realización periódica de auditorías energéticas o a implementar un sistema de gestión energética.
- Implementación de un sistema de gestión energética, de forma que se establezcan unos objetivos cada vez más rigurosos de eficiencia energética.
- Monitorización de los consumos energéticos según los intereses de cada empresa, de forma que se tenga un mayor conocimiento del imparto de la energía en cada proceso y se puedan plantear objetivos de ahorro parciales, verificación de mejoras de rendimiento, etc. Solo aquello que se conoce se puede gestionar y mejorar.
- En el proceso de compra es necesario valorar la rentabilidad de equipos más eficientes energéticamente, cuya operación aporta rendimientos económicos futuros y contribuye a la reducción del impacto ambiental de la actividad.
- En el diseño de las instalaciones con equipos eficientes, bien estructurados, para simplificar la toma de datos y mejorar su operación.
- Mediante un adecuado mantenimiento de las instalaciones, introduciendo la componente energética en estos procesos.
Como vemos, la eficiencia energética es un proceso de mejora continua para cuya implementación es recomendable contar con el apoyo de empresas expertas en energía y en procesos industriales ya que sólo acercándose al proceso productivo y diseñando actuaciones a medida se puede conseguir ahorros en todo tipo de energías: eléctrica, vapor, aire comprimido, etc.
Mariano Sánchez, director de EDE Ingenieros