Ante el momento de renovar las auditorías energéticas obligatorias del RD/56 que se realizaron hace 4 años, recomendamos a las empresas industriales implantar este sistema de gestión, por todas sus ventajas.
En pleno periodo de renovación de las auditorías energéticas obligatorias que establece el Real Decreto 56 del 2016 cada cuatro años, hemos redoblado el trabajo de consultoría. En nuestro acompañamiento a las empresas industriales para lograr una mayor eficiencia energética y cumplir sus obligaciones legales, ponemos un acento especial en orientarles sobre cuáles son los mejores pasos a dar en cada momento. Y este es un momento idóneo para tomar decisiones.
En el actual contexto empresarial y normativo, nuestra recomendación apunta a implantar la certificación del sistema de gestión energética ISO 50001 por todas sus ventajas en ahorro de costes, eficiencia energética y cumplimiento de la normativa.
Sin embargo, frecuentemente nos encontramos con la visión errónea de que es un mero proceso administrativo que consume tiempo y recursos. Y la realidad es bien distinta, ya que dota a la organización de una herramienta eficaz para mejorar los resultados energéticos a corto y largo plazo y conseguir más ahorro de lo que habitualmente se piensa.
La principal ventaja que supone la ISO 50001 es la interiorización de la gestión energética, que permite obtener resultados mucho mejores y en una dimensión mayor. Una auditoría es una foto puntual en la que se establecen unas medidas; y aunque se lleven a cabo, si no hay seguimiento a lo largo del tiempo, el ahorro inicial se va devaluando. Por el contrario, al implantar el sistema de gestión energética ISO 50001 se establecen objetivos en periodos concretos; medidas, procedimientos de vigilancia; análisis de la situación para estar al tanto de la variación energética a lo largo del tiempo… todo esto permite lograr mayores ahorros y más a largo plazo. El principal beneficio de este sistema de gestión de la energía es el ahorro de costes, que -insistimos- es más importante de lo que se puede creer.
Además, el sistema implica importantes ventajas energéticas y medioambientales, derivadas de la búsqueda de soluciones para conseguir reducir el consumo energético en base a nuevas tecnologías, equipos más eficientes, uso de energías renovables… lo que supone mayor eficiencia energética y menos emisiones.
A nivel normativo, contar la certificación ISO 50001 garantiza cumplir las exigencias legislativas presentes y las que se dibujan en un futuro inmediato. Tanto del RD/56 estatal y de otras comunitarias como la Ley de Sostenibilidad Vasca, que va en la misma línea. A futuro, el borrador de la Ley de Consumidores Electro intensivos, ya exige contar con esta certificación para acogerse a sus disposiciones.
El proceso de implantación de esta certificación dura entre 6 y 8 meses, siguiendo un proceso estandarizado. Se parte de las certificaciones que pueda disponer la empresa para integrar el nivel energético para facilitar la administración. Se hace de un primer análisis energético para establecer la línea base, que es el marco de referencia para comprobar los ahorros.
En el caso de empresas o grupos con más de una planta de producción se aplica el sistema Multisite. El enfoque es realizar un benchmarketing entre las distintas plantas, comparando resultados y extrayendo conclusiones comunes para adoptar de conjunto las mejores prácticas.
El proceso acaba con la certificación y la obtención del sello, que se renueva cada tres años, realizando anualmente auditorías internas.
Una de las claves del éxito en este proceso es el registro de los objetivos y mostrar los avances que se van consiguiendo. Esto permite unir a toda la organización en los objetivos y promover las buenas prácticas, al comprobar los beneficios que reportan. También es muy importante exteriorizar las mejoras, porque la eficiencia energética es un tema que interesa a toda la sociedad.
A pesar de todas estas ventajas, hay una percepción -bastante generalizada entre las empresas industriales- de ver esta ISO 50001 como “más procedimientos administrativos y más trabajo”. Una idea que desaparece al enfocar los beneficios que trae la gestión energética y al conocer la compatibilidad con certificaciones ISO 9001 e ISO 14000, que ya poseen muchas empresas y facilita la implantación.
Ocurre también que en muchos casos los equipos no tienen preparación específica en el ámbito energético y la dirección ven difícil capacitarse a este nivel para implantar la gestión energética. Frente a esta objeción, en EDE Ingenieros brindamos un apoyo continuado que facilita todo el proceso, incluyendo la formación del equipo en los procedimientos. Esta formación que se lleva a cabo durante todo el proceso de implantación, siempre en relación a la realidad energética de la organización.
El proceso que llevamos a cabo con el equipo permite empapar a toda la empresa en la eficiencia energética, que es el objetivo; lograr que toda la organización piense en la energía a la hora de realizar su trabajo.